Auxiliar de conversación en los Estados Unidos: Parte 3


Hora de elegir un destino

Cuando haces la solicitud para la beca te permiten elegir dos países. Yo elegí los Estados Unidos como primera opción y el Reino Unido como segunda por poner algo. Aunque me encanta el Reino Unido, de no haberme seleccionado para EEUU me habría quedado en España, porque yo quería experimentar el sueño americano o nada. Desde pequeña me había interesado este país y su cultura, hasta llegar al punto de la obsesión en la adolescencia temprana. Después aprendí sobre sus defectos, que son muchos y muy grandes, y me desencanté totalmente. No obstante, en la carrera me enseñaron más sobre este país y aprendí a quererlo con sus defectos y con sus virtudes. Además, no me parecía bien juzgar a un país sin haberlo pisado y sin saber cómo es su gente en la realidad, porque las películas, películas son.
Aparte de elegir un país, debía elegir un destino en Estados Unidos. La beca dividía EEUU en tres demarcaciones: la demarcación norte, la sur y la oeste, y permitía elegir dos de estas y una ciudad dentro de cada una de ellas. Yo elegí como primera opción la demarcación sur y Miami como ciudad de referencia, y como segunda opción la oeste y Portland. Por un lado, elegí Miami porque buscaba una ciudad con buen clima, donde pudiera estar en contacto constante con gente latina, gente que me hiciera sentir como en casa. Por otro lado, elegí Portland porque es de las ciudades estadounidenses más progresistas (su lema es “Keep Portland weird”; con eso lo digo todo). Además, está en el Pacífico noroeste que es más impresionante e inaccesible desde España; tienen buen transporte público; y no tienen impuestos de ventas, lo que implicaba gastar menos. Eran tantas las cosas positivas de Portland que en los meses de espera me arrepentí de haber elegido Miami, porque lo positivo que le veía a este era principalmente la gente hispana y eso no era suficiente.
Aparte de elegir las demarcaciones, tenías que decir tu preferencia en cuanto al tamaño de la ciudad donde querías vivir y la etapa del centro donde querías enseñar. En cuanto al tamaño de la ciudad, yo quería una ciudad medianamente grande. Mi mayor temor era acabar en un pueblo perdido de la mano de Dios, con gente cerrada de mente o cualquier otra cualidad que pudiera causar un choque cultural en mí que agriara mi experiencia. Puedo sonar exagerada, pero es que yo no iba allí a sufrir, iba a disfrutar al máximo. Y la realidad es que si todo va bien es un año excelente, pero si te va mal (que hay gente a la que le ha ido mal) lo pasas fatal. Al final estás solo en un lugar extraño, y nadie sabe lo que es eso hasta que lo vive. En cuanto al tipo de centro, elegí un colegio de primaria porque no quería estar en un instituto, pues sentía que los niños iban a hacer mi experiencia más amena que los adolescentes.
Finalmente llegó junio y la asesora del estado de Washington, quien estaba también a cargo de Oregón, contactó conmigo para decirme que me habían seleccionado para trabajar en "The International School" de Portland (TIS por sus siglas en inglés). Esto fue lo mejor que me pudo haber pasado, porque la realidad es que me preocupaban muchas cosas de Miami: tener que comprarme un coche o arruinarme pagando taxis (porque el transporte público es pésimo); que la preponderancia de la cultura hispana me impidiera tener una experiencia americana auténtica; y que mi inglés en vez de mejorar, empeorara. Asimismo, aunque yo no lo sabía en ese momento, estar en Portland me permitiría hacer unas maravillosas amigas que habían sido seleccionadas para Seattle.💖
Los astros se habían alineado para nosotras y se vino la experiencia de nuestras vidas.💫✈

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