Reflexiones de cuarentena

Estaba sentada revisando las fotos de la cámara del móvil que tengo guardadas en el ordenador. La mayoría de estas fotos son del año pasado y ¡vaya año! Creo que el 2019 ha sido mi mejor año en mis 23 años de vida. Fue un año en el que crecí como persona, como profesional, como deportista, como turista😆… Hice tantísimas cosas que me hicieron feliz en solo un año, que me siento increíblemente afortunada.

El 2019 fue el año en el que me gradué del máster que tanto me hizo sudar; fue el año en el que volví a Londres con mi maravillosa amiga Raquel, ese lugar que tan felices nos hace y que tanto nos representa; volé al extranjero por primera vez con mis padres y visitamos Roma; fui a París con mi novio y disfrutamos de la ciudad del amor; hicimos un viaje por carretera a lo largo de Portugal que, aparte de enseñarnos muchos lugares preciosos, nos enseñó y nos hizo reflexionar sobre nuestra pareja; me dieron la beca que tanto añoraba y mi sueño de ir a Estados Unidos se hizo realidad; viví con unas familias estupendas que me enseñaron mucho sobre la vida y sobre mí misma. Además, fue el año en el que más fuerte me he sentido física y mentalmente; el año en el que más sana y más guapa me he visto, y es que puede sonar superficial, pero mi autoestima, una parte fundamental de mi bienestar, es de las cosas que más valoro en este mundo.

Mientras escribo esto me entran ganas de llorar, porque me emociona recordar lo feliz que fui (y que soy), la de cosas alucinantes que me han pasado y por las que estoy eternamente agradecida con mis padres, mi familia, mis amigxs y con la vida en general. Y pensaréis: “esta qué exagerada”, pero es que entre que soy una llorona y que llevo casi un mes encerrada me pongo el triple de cursi y reflexiva. Y aunque sabemos que no tiene nada de malo ser agradecido y verbalizarlo, o amoroso y mostrarlo, aún así muchas veces se nos olvida esta premisa y por vergüenza dejamos nuestros sentimientos sin expresar, “te quieros” sin decir y amor sin compartir, sin recordar que quizás este mismo momento pueda ser el último para hacer alguna de esas cosas.